El mueble rústico se originó ante la necesidad del hombre de campo de otorgar a sus habitaciones funcionalidad, comodidad y un toque artístico durante el siglo XV.
Desde aquellos tiempos a hoy, sus modificaciones no fueron sustanciales, sólo pequeños cambios que se adaptaron a requerimientos y etapas de cada región. Por eso, este estilo sobrevivió a lo largo del tiempo y permanece vigente, debido a su calidez y su terminación artesanal.